UNA APROXIMACIÓN EPISTEMOLÓGICA AL PAPEL DEL ARTE EN LA CONSTRUCCIÓN DE PAZ


*Escrito por: Jhon Freddy Grisales
Fundación social y cultura red de Hip-Hop

Abstract: El artículo realiza un acercamiento conceptual y epistemológico a las categorías de arte y paz, desde la perspectiva de diferentes estudiosos de la ciencia política, el arte, la pedagogía, la historia y las experiencias de una organización artística del Valle del Cauca que presenta acumulados significativos en procesos de construcción de paz. 

Para la elaboración del artículo se realizó un ejercicio de revisión bibliográfica de libros, videos y canciones, que permitieron describir el importante papel que tiene el arte, en este caso especial la cultura Hip Hop, en los procesos de pedagogía para la paz y la generación de pensamiento crítico. 

Palabras claves: Arte, paz (positiva y negativa), justicia social, Hip-Hop, vida digna, cultura, movimiento, pedagogía, política, América Latina, África, Colombia. 



El término paz tiene múltiples interpretaciones según el tiempo, espacio y doctrina filosófica desde la que se interprete, por lo que es importante aproximarnos a dicha categoría reconociendo saberes locales y globales que rodean este complejo, pero esperanzador concepto. Hay muchos autores que han hecho investigación científica de la paz y la guerra, como un campo particular de estudio; entre ellos encontramos al Noruego Johan Galtung, quien nos señala que para hablar de paz hay que primero conocer sobre las formas de violencia que se presentan en las sociedades; para Galtung existen tres tipos de violencias: las simbólicas, las estructurales y las directas, por ende, dos categorías de la construcción de la paz, la primera denominada como paz negativa que pasa por tramitar los conflictos que se expresan por medio de las violencias directas (callar los fusiles), como paso inicial para forjar una paz con mayores transformaciones culturales y estructurales que este teórico denomina como la paz positiva. 

La definición de paz positiva dada por Galtung, dialoga permanentemente con la justicia social que tiene su sustento en las premisas de que la paz debe representar justicia en la distribución de la riqueza (tierra, capital, trabajo) e igualdad en el acceso a derechos civiles, políticos, sociales, económicos, culturales y ambientales. 

Galtung nos señala además que es en las violencias culturales y simbólicas donde se encuentra parte de las causas que dan origen y reproducen las violencias estructurales y directas; entre las violencias culturales podemos referir el patriarcado, el colonialismo, la ignorancia, la manipulación mediática, el racismo, la xenofobia, el desarraigo, entre otros. Por violencia estructural se hace referencia a las relaciones de desigualdad e injusticias generadas desde el macro poder de los agentes económicos y estados nacionales y supranacionales. 

Para el profesor Alfredo Molano (2015) la firma del acuerdo de paz de La Habana, Cuba, fue un paso fundamental para parar una guerra de más de 50 años entre las FARC y el gobierno nacional, generando un punto de inflexión histórico que abre la puerta para gestionar un conjunto de reformas sociales que dignifiquen la vida de los pobladores rurales y víctimas del conflicto armado. 

Aunque dicho acuerdo de paz no represente el fin de la guerra en su totalidad, debido a la existencia de otros actores armados en el país y al incremento de la presencia neoparamilitar en los territorios, si se observa un importante desescalamiento de la confrontación armada y un compromiso de uno de los actores de pasar del escenario de enfrentamiento político – militar al lugar meramente del debate de las ideas democráticas y civilizadas. 

Desde la perspectiva del profesor Francisco Muñoz (2001), la paz es un proceso de construcción imperfecta es decir no tiene un punto de llegada, es el motor que mueve procesos de cambio y evolución humana. 

Según el diccionario de la real academia de la lengua española DRAE: 

“Arte es toda actividad creadora de objetos, en la que se involucra una acción, que en este caso se refiere a la creación, a la actuación que hace el hombre sobre los objetos a partir de una materia exterior” (Celemín Reyes, 2009) 

Dicha definición nos señala que el arte no es producto de la naturaleza, sino, el resultado de las creaciones humanas; igualmente que el ser humano como sujeto social moldea sus creaciones basándose en las vivencias, experiencias y expectativas de futuro generadas en un contexto histórico, espacial y económico determinado. 

Si la paz es una apuesta ética y política, en la búsqueda de construir futuros deseables, es de gran importancia señalar la estrecha relación que ha existido entre arte y política, arte y realidad social. 

Durante mucho tiempo el arte ha sido utilizado por los pueblos como forma de transmitir conocimientos relacionados con la historia, las formas de caza, y las tradiciones de la comunidad; posibilitando la conservación y reproducción de múltiples saberes ancestrales. 

Celemín Reyes (2009) nos señala que “la relación entre arte y política es tan antigua como la existencia misma de las sociedades”, el arte ha tenido una estrecha relación con las formas de poder, en épocas antiguas fue utilizado para plasmar las imágenes y símbolos de los faraones y sus imperios; aunque también se ubica en el campo de lo divino y lo espiritual debido a su utilización en la realización de rituales y exaltación de dioses y símbolos mitológicos. 

En la época moderna, el capitalismo ha hecho utilización de las artes como forma de visibilizar las opulentas riquezas de la burguesía, hacer una apología a la banalidad y sumir la producción artística en las lógicas del costo-beneficio. 

En América Latina se puede observar con mucha fuerza como han surgido durante el siglo XX artistas y movimientos culturales que han manifestado esta estrecha relación entre el arte y la política, aportando a la construcción de un arte más realista, social y comprometido con los sectores populares, entre ellos se puede resaltar al muralista Candido Portinari de Brasil, quien expresaba en obras como: “la guerra y la paz” y en sus discursos, un amplio compromiso social y político con los más desfavorecidos. Según Portinari, “la pintura no fue hecha para quedar escondida entre cuatro paredes y sí para beneficiar a la gran masa del pueblo”. 

Durante el siglo XX se avizoraron corrientes del arte con un fuerte compromiso político y social, en la que se inscribe el movimiento Hip-Hop, al edificar una visión de arte sustentado en las luchas por la conquista de derechos civiles lideradas por Rosa Parks, Malcom X, Martin Luther King, las Panteras Negras, y en las que muchos exponentes del Hip Hop como “Arrested Development” desempeñaron un papel determinante denunciando y reivindicando por medio de las narraciones de rap, el esclavismo y la segregación racial al que fueron sometidas las comunidades negras en todo el mundo. 

Según el capítulo Colombia de la Universal Zulú Natión “el contexto de crisis generado a partir de la gran depresión de los años 30, las 2 guerras mundiales que se desarrollan a principios y mediados del siglo XX, genera una situación de caos económico, político y cultural en el norte de América”, nación que a su vez era gran receptora de inmigrantes provenientes de otras partes del mundo, que llegaban a los Estados Unidos huyendo de la guerra, los genocidios y la persecución étnica. 

El Bronx fue uno los sitios emblemáticos en la construcción de la cultura Hip-Hop debido a su contexto de abandono estatal, de represión gubernamental, de pobreza, racismo y de alta presencia de comunidades Latinas y Afros, posibilitándose la creación de dinámicas artísticas con una fuerte carga contestataria y una estética propia de los sectores populares. 

La cultura Hip Hop está sustentada en principios como la paz, la sana diversión, la unidad y el amor; que son planteados por sus fundadores Kool Herc y Afrika Bambaata, igualmente es constituida por 5 elementos que le identifican y reproducen: Rap, DJ, Grafiti, Break Dance, Conocimiento. 

Según (Arias, 2014) 

Los fundamentos que dieron origen al Hip Hop como cultura y movimiento consciente y que permitió que estas prácticas culturales y sus expresiones artísticas llegaran a todas las esquinas del planeta, con formas renovadas de denuncia y acción, con relatos vivos sobre las situaciones generadoras de condiciones de vida precarias: fueron hábilmente tergiversadas por el gobierno de Estados Unidos, la CIA y los grandes empresarios, al observar el potencial trasformador y revolucionario generado por la cultura Hip-Hop en Norteamérica y otras partes del mundo. 


El Hip-Hop ingresa a Colombia a finales de la década de los 70 y principios de los 80 por medio de los inmigrantes latinos que viajan al Norte de América y retornan a Colombia, y por ciudadanos de Estado Unidos que viajan a nuestro país y enseñan a jóvenes de sectores populares la danza del break dance, el rap, el grafiti y el DJ. 

Para (Arias, 2014) 

El movimiento fue rápidamente cooptado por el Gobierno Colombiano, manteniendo una imagen comercial del Hip Hop como si fuese otra nueva moda y hasta ofreciendo viajes al exterior con dineros públicos, principalmente a los líderes de las organizaciones y agrupaciones más sobresalientes del Hip Hop de la época. Acciones que fueron previamente planeadas, debido a que la falta de equidad en la designación de recursos, desemboco disputas entre los miembros de los colectivos, dándole fin a grandes organizaciones, afectando económica y moralmente a sus miembros. 

Dicha visión deformada de la cultura Hip Hop que se expandió por diversas partes del mundo, obligo a que el 16 de mayo del año 2001 más de trescientas organizaciones, pioneros y activistas del Hip Hop como Afrika Bambaata, DJ Kool Herc, KRS ONE, el Templo del Hiphop, Pop Master Fabel, en compañía de la UNESCO, presentaran en la Organización de las Naciones Unidas -ONU- la Declaración de Paz del Hip-Hop, como documento que aclara el carácter e intención de la cultura Hip Hop en el mundo. 

En Colombia ya han sido varias organizaciones que se han acogido a esta declaración de paz y que se dedican a difundirla como fundamento de la construcción de un proyecto responsable del Hip-Hop; en el Valle del Cauca, la fundación social y cultural Red de Hip-Hop, ha hecho un ejercicio de contextualización y apropiación de los principios de esta declaración en los que se resalta a continuación algunos de estos: 

De manera autocritica comprendemos que muchos de los que hacemos Hip-Hop, por convivir en medio de las lógicas del actual sistema de mercado, también hemos asumido y reproducido comportamientos que degradan la condición humana, en consecuencia, concebimos la urgencia de cuestionar, pensar y repensar las formas en las que se nos ha enseñado a actuar y sentir, para desde allí crear y recrear al nuevo Hiphoppa”. (Red Hip-Hop, 2015) 

Tercer Principio: Se alienta a los Hiphoppas a erradicar la pobreza, hablar en contra de la injusticia y la desigualdad, a dar forma a una sociedad más solidaria y un mundo más pacífico. Hip-Hop Kultura apoya un diálogo y acción que sane rupturas en la sociedad, que se dirija hacia la búsqueda del bienestar, los intereses legítimos de los pueblos y anteponga la causa de la paz con justicia social (Red Hip-Hop, 2015) 

Claramente podemos describir como muchos de los exponentes del Hip Hop asumen en su producción artística una postura en la construcción de la paz, muy relacionada con la visión de paz positiva y paz con justicia social, que implica procesos de trasformación cultural y estructural de las situaciones generadoras de injusticia y desigualdad. 

Los chikos del maíz en su tema -Trabajadores- dicen lo siguiente: “Dedicado a la clase trabajadora, dedicado a las madres con jornadas de veinte horas”, de este modo ponen de manifiesto la reclamación ante agencias e instituciones para que observen con otra mirada la opresión en la que viven buena parte de las mujeres madres y las personas con trabajos por cuenta ajena en régimen de explotación (Rodríguez Álvarez & Iglesias Da Cunha, 2014) 

La anterior cita describe como el término de paz está estrechamente relacionado con la transformación del régimen político y la reivindicación por derechos civiles y sociales, como el derecho al trabajo y la vida digna. Otras canciones de rap como la que aludiremos a continuación también manifiestan visiones sobre la paz y la guerra: 

Un día después de la guerra, cuando los fusiles sean acallados, saldré a las calles a ondear la bandera de los olvidados, porque el triunfo para el país, será ver a sus hijos reconciliados, esgrimiendo sus ideas en plazas y tribunas y a los miles de niños en escuelas sonreír y no en campos de batalla destruyendo este país; romper el vínculo entre política y armas, dando predominio a la palabra, forjando oradores como Gaitán, que en las tardes las plazas hagan retumbar, con pasiones y emociones que devuelvan la vida y esperanza a este gran pueblo. (Red Hip-Hop, 2017) 

La letra de la canción “un día después de la guerra” del artista de rap (Mc Clásico) de la Fundación Red de Hip Hop, expresa una mirada de la paz en la que se plantea la superación del conflicto armado y se acude a un escenario de construcción de paz positiva y de democracia real, en la que se permita expresar las ideas sin el temor y la carga de la guerra. 

(Rodríguez Álvarez & Iglesias Da Cunha, 2014) en su investigación sobre las posibilidades del Hip Hop como herramienta educativa, señalan que: “La percepción negativa generada por la comunidad para con la cultura Hip Hop, está basada esencialmente en aspectos meramente estéticos”, en la mayoría de ocasiones las instituciones y una buena parte de las comunidades desconocen los aportes que hacen procesos educativos de Hip Hop en la construcción de valores, principios y actitudes como la Paz, la solidaridad, el respeto, la autoconfianza, el emprendimiento, la honestidad, entre otros. 

Además, resalta el importante papel de la Declaración de Paz del Hip-Hop cómo base para orientar los procesos educativos y hace una significativa revisión del contenido comunicativo expresado por medio de las canciones de varios exponentes de la cultura Hip Hop. 

Dicho trabajo investigativo concluye manifestando que La cultura Hip Hop está atravesada por una serie de principios y valores que al abordarlos como elementos pedagógicos pueden ser una buena herramienta para la formación de las nuevas generaciones. 

De la misma manera reconoce que: los procesos educativos exigen hoy un mayor grado de horizontalidad, partiendo de un diálogo de saberes que reconozca a los jóvenes como sujetos de conocimientos, preceptos y resistencias; haciéndose necesario construir metodologías que estén más cercanas a sus prácticas cotidianas, entre ellos los elementos artísticos y culturales como la música, entran a jugar un papel importante. 

Es necesario señalar, qué en el reto histórico de construir la paz en Colombia, los artistas debemos asumir una postura más activa en el propósito de reconciliar a la familia Colombiana; se ha comprobado que en países como Colombia, Chile, África, etc.; en los cuales ha imperado la polarización y el miedo, el arte por su capacidad de trascender fronteras geográficas, mentales e ideológicas, ha posibilitado escenarios de encuentro, de reconocimiento y de catarsis, entre actores que antes se percibían como enemigos a muerte y que ahora se asumen como contrincantes de ideas. 

Finalmente consideramos que el arte para la paz, no puede permitir ser cooptado por las dinámicas banales que imperan en el sistema hegemónico de mercado, este por el contrario debe reflejar los sentires y deseos de las comunidades a las que pertenece y con las que convive; en definitiva los artistas que reconocen su labor como pedagogos de la paz, deben denunciar en sus creaciones a esa sociedad con la que no se está de acuerdo y anunciar el deseo de construir una nueva y mejor sociedad para la paz y el buen vivir. 

Referencias Bibliográficas: 


  • Bravo, A. M. (2015). Contribución al entendimiento del conflicto armado en Colombia Comisión Histórica del Conflicto y sus Víctimas. Colombia: alto Comisionado Para la paz. 

  • Arias, C. (2014). La universal zulu nation en Colombia, incidencia social de la cultura hip hop en el Valle de Aburrá. Revista Kavilando, 6(2), 179-184. 

  • Celemín Reyes, L. (2009). Representaciones sociopolíticas en el arte latinoamericano-tres propuestas interpretativas: Candido Portinari (Brasil), Wilfredo Lam (Cuba) y Beatriz González (Colombia). Master’s thesis, Facultad de Ciencias Políticas y Relaciones Internacionales). 

  • Muñoz, F. A. (2001). La paz imperfecta. Universidad de Granada. 

  • Red Hip-Hop, F. (2015). NUESTRA DECLARACIÓN DE PAZ. Recuperado 24 de octubre de 2017, a partir de http://redhiphopsevillaporlapaz.blogspot.com/2015/08/nuestra-declaracion-de-paz.html 


  • DiaSextoFans. (2012). Los Chikos Del Maiz • Trabajadores (Con Letra). Recuperado a partir de https://www.youtube.com/watch?v=iwTB-G8l-Hw 

  • redhiphopsevillaporlapaz. (2017). UN DÍA DESPUÉS DE LA GUERRA. Recuperado a partir de https://www.youtube.com/watch?v=uMKFw7qVb0Q


1 comentario:

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